Solá Matas pertenecía a la congregación católica Jesús María y residía en Haití desde hacía ocho años, según el consulado español. La religiosa era enfermera y ayudaba también en labores de formación escolar. Tras el seísmo que azotó Haití, Solá Matas creó un taller de fabricación de prótesis —denominado "Proyecto Haití"— para las personas mutiladas afectadas por el terremoto, según ha informado el diario catalán El Periódico. "Ella dirigía este taller, que hoy en día gestionan los propios haitianos, y estaba empezando a montar otra escuela, con la que estaba muy ilusionada", han relatado sus familiares.
El director de la institución Obras Misionales Pontificias en España, Anastasio Gil García, se ha unido al dolor de las familia de la religiosa Solá Matas en nombre de los 13.000 misioneros españoles repartidos en el mundo. En su comunicado también destaca la labor humanitaria que están llevando a cabo los cerca de 20 misioneros españoles que se encuentran en Haití. La carta recoge un testimonio escrito por la religiosa después del terremoto que asoló el país en el que describe "la fortaleza del pueblo haitiano" y "agradece la ayuda y solidaridad mostrada desde España".
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