Año 2049. X despierta. El cáncer de páncreas que lo mató hace 30 años -es decir, hoy- tiene cura. Su cuerpo ha sido conservado en un baño de nitrógeno líquido y su sangre, sustituida por compuestos anticongelantes. Es un lázaro del frío con chequera porque en esta era los milagros no son gratis. Antes de morir pagó una factura de 155.000 euros por este proceso.
En la actualidad, se estima que hay más de 2.000 individuos (entre ellos algunos españoles) que han firmado un contrato con alguna empresa de criónica para que, inmediatamente después de ser declarados muertos, sean preservados en depósitos a muy bajas temperaturas (inferiores a -130ºC) a la espera de que los futuros avances en biomedicina consigan devolverlos a la vida. Toda esta clientela en estado de hipotermia tiene dos características en común: fe en un futuro milagroso y dinero, mucho dinero.