23 sept 2012

Jesús y las mujeres.


Lo que sí está claro en todos los textos evangélicos, canónicos y apócrifos, es que su relación con las mujeres fue uno de los aspectos más revolucionarios del profeta de Nazaret. Jesús rompe con todos los tabúes, en una sociedad en la que a la mujer se la definía como una "luna", porque sólo brillaba y lo recibía todo del "sol", que era el hombre.
'Jesús fue un rabino relativamente anómalo. Las mujeres no sólo estaban presentes, sino que eran discípulas'
Antonio Piñero, autor de 'Jesús y las mujeres'
"Te doy gracias, Señor, por no haberme hecho mujer", rezaban los varones todas las mañanas. Porque la mujer era un ser inferior. Por eso, iba siempre con la cabeza tapada, no podía pararse por la calle a hablar con un varón, no podía ser testigo creíble en un juicio, tampoco podía heredar y, en caso de que su marido muriese, pasaba a ser propiedad de su hermano. Y, por supuesto, cuando estaba menstruando no sólo era impura, sino que convertía en impuro todo lo que tocaba.
"Jesús rompe con toda las tradiciones culturales de su tiempo y trata a la mujer como a un igual", explica Pikaza. De hecho, las mujeres forman parte de su círculo más intimo, de sus más estrechos colaboradores y acompañan al profeta itinerante en sus correrías apostólicas. "Varones y mujeres aparecen en su proyecto como iguales, sin prioridad de un sexo sobre el otro", sostiene el exegeta español.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Igual te interesa

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...